— Si te pasara algo me lo dirías verdad —su voz era muy frágil, hasta pude notar que no resonó en lo vacío del salón.
— Siempre.
— Aunque eso me lastimara —espetó.
— Nunca te haría daño —replique.
— Mentirías para no hacerme daño —frunció ...el ceño con dolor.
— Cuando mientes por amor, no hay daño colateral —lo dije con acritud.
— De las mentiras siempre queda eco, regresan y traspasan todo como el sonido, y te hacen débil, hasta herirte por dentro.
— Pero si puedo alejarte de algo aun peor, lo haría.
Su silencio era cortante, me lastimaba, pero era verdad, no podía decirle la verdad cuando esta era peor que mentirle.
— Siempre.
— Aunque eso me lastimara —espetó.
— Nunca te haría daño —replique.
— Mentirías para no hacerme daño —frunció ...el ceño con dolor.
— Cuando mientes por amor, no hay daño colateral —lo dije con acritud.
— De las mentiras siempre queda eco, regresan y traspasan todo como el sonido, y te hacen débil, hasta herirte por dentro.
— Pero si puedo alejarte de algo aun peor, lo haría.
Su silencio era cortante, me lastimaba, pero era verdad, no podía decirle la verdad cuando esta era peor que mentirle.